El dolor lumbar es una de las patologías más frecuentes y es que más del 18% de la población adulta española sufre dolor de espalda, siendo mayor ese porcentaje en mujeres que hombres, convirtiéndose así en la enfermedad crónica más frecuente en España.

Esto no es algo extraño si tenemos en cuenta que la mayoría de población posee un estilo de vida sedentario, factor más a tener en cuenta en esta patología. Este problema de salud puede llegar a convertirse en un limitante de la actividad normal y afectar negativamente a la calidad de vida. Pero ¿qué consecuencias conlleva este problema? ¿Podemos solucionarlo?

Y es que los estilos de vida sedentarios o malos hábitos posturales afectan a la estabilidad de la columna, haciendo que zonas que han de estar rígidas se vuelvan móviles y débiles y zonas que han de ser móviles se vuelvan rígidas.

Los factores responsables de la mayoría de las molestias crónicas, se encuentran por patrones de movimiento disfuncionales. Las personas con problemas lumbares suelen utilizar su espalda para las actividades de la vida cotidiana como agacharse, sentarse o levantarse. Además de esto suelen mostrar una falta de activación de la musculatura de la cadera, concretamente los glúteos.

Por ello, es imprescindible evaluar las conductas posturales de cada individuo y sus patrones de movimiento cotidianos para poder obtener un diagnóstico que nos permita prescribir o incluir en nuestras rutinas ejercicios correctivos para poder abordar este problema.

Existe una gran evidencia de que el reposo y los analgésicos no son la solución al problema, simplemente enmascararán tus síntomas, pero no pondrán remedios a tus dolores. Por ello debes fundamentar tus entrenamientos en crear patrones de movimiento correctos antes de añadir cargas

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